Tras recordar el alto precio pagado por su pueblo para alcanzar la libertad y construir una Sudáfrica democrática, antiracial y antisexista, el diplomático indicó que ‘debemos esa libertad a muchos de nuestros aliados internacionales, quienes hicieron grandes sacrificios para poner fin al racismo y el colonialismo’.
Su contribución, dijo, asestó golpes decisivos al régimen del apartheid y por tanto, julio de 2019 es un mes importante para todas las personas que alrededor del mundo hicieron un aporte en ese sentido.
Puntualizó que ‘en particular agradecemos al pueblo de Cuba’ que luchó contra el apartheid junto a los combatientes por la liberación de África en Angola, en una guerra que quebró la espina dorsal del régimen segregacionista.
Al Gobierno y pueblo de Cuba les decimos gracias, apuntó Soni, quien aseguró que ‘nunca los olvidaremos y siempre apreciaremos su amistad’, al tiempo que recordó a Mandela cuando dijo que nadie podía decirnos a quien escoger cómo amigos.
Los lazos revolucionarios entre Fidel Castro y Nelson Mandela tienen que ser apreciados y celebrados por todos nosotros, resaltó el embajador.
Rodríguez, por su parte, se refirió a las raíces históricas y culturales de las relaciones de su país con África, desde donde llegaron a la Isla más de un millón y medio de sus hijos como esclavos durante siglos.
Esa fuerza enorme que nos llegaba de África con todo su patrimonio cultural, con toda su dignidad, fue una de las raíces más fuertes de nuestra nacionalidad, apuntó el embajador, quien ponderó como más de 300 mil cubanos combatieron por la liberación de África, una parte considerable de ellos en Angola, sin pedir nada a cambio.
Cuando estábamos en Angola combatiendo, puntualizó, sentíamos que estábamos dando un pequeñito aporte a las luchas de África, pensábamos también en Namibia, ocupada por la Sudáfrica racista, en el pueblo surafricano sometido por el oprobioso régimen racista y en Nelson Mandela, símbolo siempre de la resistencia y la dignidad.













